NARRATOR:
The U.S. Government has charged NOAA with enforcing the laws and treaties related to the conservation and protection of marine resources. The Office of Law Enforcement investigates crimes, and the Marine Forensic Lab provides scientific evidence to support their cases. Together they bring Marine Criminals to justice. Here are their stories.
January 2007. Investigators in Puerto Rico were tipped off that an organized ring of poachers was selling turtle meat on the black market. All seven species of marine turtles are protected under an international treaty.
February 24, 2007. Officers observed a suspicious vessel. On board they found a slaughtered green sea turtle, a spear gun, knives, and blood. This evidence was shipped to the Marine Forensics Lab in Charleston, South Carolina. Scientists extracted DNA from subsamples of the evidence. From this analysis, scientists conclusively identified traces of at least three individuals: one Green Sea Turtle and two Hawksbill Turtles.
This evidence was used to convict the turtle poachers on charges of illegally fishing and selling the meat and eggs of an endangered species.
Final sentence: 30 - 90 days in federal prison.
If you suspect or witness a marine crime, contact your local authorities. Marine poachers threaten the very existence of endangered species. Law Enforcement Officers and Forensic Scientists are here to stop them.
NARRADOR:
El Gobierno de EE.UU. ha encomendado a la NOAA el hacer cumplir las leyes y tratados relacionados con la conservación y protección de los recursos marinos. La Oficina de Aplicación de la Ley investiga los delitos, y El Laboratorio Marino Forense proporciona evidencia científica para apoyar sus casos. Juntos, hacen justicia a los criminales marinos. Éstas son sus historias.
Enero de 2007: Investigadores en Puerto Rico fueron alertados de que una banda organizada de cazadores furtivos vendía carne de tortuga en el mercado negro. Las siete especies de tortugas marinas que existen están protegidas bajo un tratado internacional.
Febrero 24, 2007: Los oficiales observan una embarcación sospechosa. A bordo encontraron una tortuga verde masacrada, un arpón, cuchillos, y sangre. Esta evidencia fue enviada al Laboratorio Marino Forense en Charleston, Carolina del Sur. Los científicos extrajeron ADN de muestras de las evidencias. De este análisis, los científicos concluyeron la identificación del rastro de al menos tres individuos: una Tortuga Verde y dos Tortugas de Carey.
Esta evidencia se utilizó para condenar a los cazadores furtivos de las tortugas en cargos de pesca ilegal y venta de carne y huevos de una especie en peligro de extinción.
Sentencia final: 30 - 90 días en una prisión federal.
Si usted sospecha o es testigo de un crimen marino, póngase en contacto con sus autoridades locales. Los cazadores furtivos marinos amenazan la existencia misma de las especies en peligro de extinción. Los Oficiales del Servicio del Orden y Científicos Forenses están aquí para detenerlos.