Whale SENSE


Transcript

NARRATOR:

Watching whales in their natural habitat can be a breathtaking experience.  This activity has become increasingly popular, now drawing over 13 million people a year, making it one of the fastest developing tourism industries.

A successful trip isn’t just about spotting whales, however.  It’s also about ensuring the safety of the viewing public and of the majestic creatures as well. This is why NOAA and Whale and Dolphin Conservation developed Whale SENSE; an educational awareness program dedicated to responsible whale watching. 

Whale SENSE partners with commercial whale watching companies, from Maine to Virginia, who volunteer to follow specific guidelines and viewing practices during their ocean adventures. Participants must also commit to the following:

Educate passengers about whale protection laws and display the Northeast Whale Watching guidelines from NOAA Fisheries on board their vessels.

Report injured or dead marine mammals, and stand-by entangled animals when possible.

Have all crew members and educators on board complete annual training on responsible whale watching practices; and participate in yearly conservation projects.

Whale watching may not seem intrusive, but it can actually disrupt whale feeding, nursing, mating and migrating behaviors, and can cause unintended injuries to both whale and whale watcher. 

Participating in Whale SENSE, then, means a company is committed to minimizing the risks by keeping a safe distance and promoting marine mammal conservation.

Whale watching is a fast growing industry that encourages people to protect whales and their habitats, supports developing economies, and provides local employment. If done responsibly, it all makes perfect sense.

Transcripción

NARRADOR:

Observar a las ballenas en su hábitat natural puede ser una experiencia impresionante. Esta actividad es cada vez más popular, llevándose a cabo por más de 13 millones de personas al año, convirtiéndola en una de las industrias turísticas de más rápido desarrollo.

Sin embargo, un viaje exitoso no sólo se trata de observar a las ballenas. Se trata también de garantizar tanto la seguridad del público espectador como la de las majestuosas criaturas.

Es la razón por lo que la NOAA y la Conservación de Delfines y Ballenas desarrolló “El Sentido de la Ballena”; un programa educativo de sensibilización responsable dedicada a la observación de ballenas.

El Sentido de la Ballena trabaja con empresas comerciales dedicadas a la observación de cetáceos, desde Maine hasta Virginia, los cuales se ofrecen en seguir pautas específicas y prácticas de observación durante sus aventuras oceánicas.
Los participantes deberán también comprometerse a lo siguiente:

Educar a los pasajeros a bordo de sus buques sobre las leyes de protección de ballenas y difundir la Guía del Noreste para la Observación de Ballenas del departamento de pesca de la NOAA.

Informar cuando sea posible de mamíferos marinos heridos o muertos, y animales enredados inmovilizados.

Hacer que todos los miembros de la tripulación y los educadores a bordo completen una capacitación anual de buenas prácticas para la observación de ballenas y participar anualmente en proyectos de conservación.

La observación de ballenas puede no ser invasiva, pero en realidad puede interrumpir la alimentación, el amamantamiento, apareamiento y las conductas migratorias, además puede provocar lesiones no intencionales tanto en las ballenas como en los observadores.

Participar en “El Sentido de la Ballena”, significa entonces, que como empresa se ​​compromete a minimizar los riesgos al respetar una distancia de seguridad y promover la conservación de los mamíferos marinos.

La observación de ballenas es una industria de rápido crecimiento que estimula a las personas a proteger a las ballenas y sus hábitats, apoya las economías en desarrollo, y proporciona empleo local. Si se hace de manera responsable, genera un perfecto sentido.